Rodeado por un bosque de pinos y castaños a los pies de las montañas, el monasterio de Visoki Dechani, enjalbegado, acoge a un grupo de monjes serbios que viven aislados de la población local, inmersos en sus trabajos, elaborando deliciosos vinos, quesos y miel, así como restaurando los fabulosos iconos y frescos del monasterio.
Monasterio de Visoki Dechani

Franco Pecchio_Flickr